Tips de siembra y consejos generales para tus cultivos

1- Primero lo primero, un consejo de jardinero: A la hora de elegir las semillas te sugerimos que hagas un ejercicio previo de consultar si esa especie es adecuada para tu zona climática en particular, y luego evalúes si podrás darles las  condiciones de suelo, luz y agua (riego) que necesitan. Porque ese conjunto de aspectos están entre las principales barreras que te vas a encontrar para conseguir una planta bella y saludable. Visitar jardines cercanos y viveros locales ya te dará una buena pista; además de consultar en libros/internet.  

2- Una vez que las semillas lleguen a tu lugar, es importante conservarlas en un lugar fresco y seco, sin que le llegue luz directa ni exceso de temperatura del hogar (en particular en la época invernal). Ello asegurará que se mantenga la calidad de las mismas (y no pierdan poder germinativo).

3- Un punto importante respecto de las técnicas de siembra: en las fichas informativas de cada planta encontrarás dos términos frecuentes “siembra directa” y “almácigos”.

 

SIEMBRA DIRECTA

en ésta esparcimos las semillas en el sitio definitivo (afuera en el jardín),  donde la planta se desarrollará y florecerá. Este tipo de siembra suele ser la más recomendada para plantas que no toleran bien el trasplante, pero puede ser también una opción elegida en términos de practicidad, o para hacer un efecto de cantero tipo “pradera”. En estos casos, antes de sembrar, es importante que el suelo esté preparado correctamente: labrar, nivelar y asegurarse que esté libre de piedras/raíces/etc. Ello asegura una mejor posibilidad de que la plántula (plantita muy joven) pueda desarrollarse de manera adecuada. En dicho proceso se sugiere mantener el suelo húmedo (pero no empapado/encharcado) hasta que las plantitas van tomando mayor tamaño y presenten unos 2-3 pares de hojas definitivas. A partir de allí se puede ir espaciando el riego, según los requerimientos de cada especie. Dado que en la siembra directa solemos poner las semillas bastante cercanas entre sí, una práctica recomendable es ralear (sacar plantas) cuando los plantines alcanzan cierto tamaño (en general 5-10cm), así bajamos la densidad y les damos el espacio que necesitan para las siguientes etapas de su desarrollo. Para guiarte en las fichas hallarás la distancia recomendada entre plantas.

 

ALMÁCIGOS

cuando hacemos almácigos en general trabajamos en condiciones más controladas y a cubierto, en bandejas comunes (sin divisiones) o en bandejas alveoladas (plugs). Estas últimas permiten que cada planta se desarrolle individualmente y los plantines no sufran en sus raíces el proceso del primer trasplante (repique). Si no tenés a mano, o te son incómodas (p. ej. no te entran en la zona cercana a la luz de la ventana, podés hacer ese efecto en cualquier vasito/macetita pequeño). Algo fundamental para los almácigos es contar con un sustrato adecuado. El mismo debe ser liviano y aireado (por eso suele agregarse turba y perlita), dado que en las primeras etapas a las raicillas les dificulta atravesar un material compacto. Además, de esa manera propiciamos que a las mismas no les falte oxígeno y que haya un buen drenaje cuando regamos (el encharcamiento puede ser letal en esta etapa). Si estás empezando en el mundo de la jardinería te recomendamos que compres una mezcla armada adecuada para la germinación, o bien que te tomes con filosofía el famoso “ensayo y error” de lograr un buen sustrato, ¡por suerte para ello hay muchísima información disponible!

 

 

4- PLANTAS ANUALES, BIANUALES Y PERENNES: 

la diversidad es la palabra mágica que refleja a las plantas. Variedad de formas, colores, texturas, requerimientos, y así también su ciclo de vida. Te contamos esto, no sólo a nota de color, sino porque implicará una diferencia en su cultivo y en la paciencia que debamos tener para llegar a la esperada floración. Las plantas anuales deben hacer todo en un periodo corto de tiempo, germinar, crecer y reproducirse, porque duran sólo una temporada. Por ello, en general a los pocos meses de sembrarla ya podemos admirarla en todo su esplendor en el jardín. En cambio, las plantas bianuales y perennes, como viven más tiempo, suelen dedicarse durante la primera temporada a su crecimiento vegetativo, y por tanto no nos darán flores de una manera tan veloz. En el caso de las bianuales, al segundo año alcanzan la floración, se reproducen y terminan su ciclo. En el caso de las perennes, van a vivir como mínimo más de dos años, lo c

ual es una gran ventaja porque una vez establecida en el jardín, la disfrutamos por largo tiempo. Si somos estratégicos en el momento de la siembra, a fines del verano/otoño o fines de invierno/primavera muy temprana, podemos  lograr que algunas especies bianuales/perennes lleguen a florecer en la primera temporada, pero en otras estamos

obligados a ser más pacientes. Por último y como regla general, además, en estas últimas solemos tener un paso intermedio entre el almácigo y el lugar definitivo, que es el pasaje a macetas.

5- SEMILLAS CON DORMANCIA

¿te pasó alguna vez de hacer “todo bien” y que la planta no germine? Las semillas estaban frescas, les preparaste un buen sustrato, la regaste, estaban en un lugar de buena temperatura y…nada. NO germinan. Eso muchas veces está asociado a que las plantas en su ambiente natural han desarrollado mecanismos (dormancia) que las “protegen” de germinar cuando las condiciones no son adecuadas. Es un tema que da para rato, pero concretamente queremos contarte de la “estratificación fría húmeda” la cual a veces mencionaremos en nuestras fichas. Es un tratamiento que le damos a las semillas, que necesitan de un periodo frío y húmedo previo para germinar, dado que en su lugar de origen las semillas caen al suelo en fin de verano/otoño, pasan un tiempo “dormidas” en el invierno donde hay precipitaciones y baja la temperatura (por eso “fría húmeda”), y luego de ese periodo germinan cuando llega la primavera.  En términos prácticos, se suelen colocar las semillas en una bolsita o contenedor hermético en heladera (que está aprox. a 4-5°C) en un medio que les asegure humedad constante (papel absorbente húmedo/arena). Es algo sencillo de hacer, pero hay que tratar que ese medio en que estén las semillas sea lo más “estéril” posible para evitar que se desarrollen hongos.

Dicho todo esto, ¡¡¡éxitos en tu aventura, y a sembrar!!!